Saltar al contenido
Cancioncitas

Estaba el Señor Don Gato

señor don gato miaraumiau miau

Una de las canciones infantiles de animales más divertidas de memorizar y cantar es «Estaba el Sr. Don Gato». Además, es un ejercicio de memoria que ayudará a tu peque a recordar frases sencillas pero a la vez más elaboradas para fortalecer su expresión verbal.

Este clásico suele ser un cuento animado, acompañado de títeres. Por esa misma razón encontrarás muchas versiones de este tipo y no será difícil que la veas en alguna presentación privada o teatro.

La canción cuenta la historia de un Gatito Callejero que suele visitar los tejados de las casas, es notificado por carta, que una linda gatita quiere casarse con él y de la sorpresa, de cae del tejado. Al principio esta a punto de fallecer, pero como tiene «siete vidas» resucita justo al pasar frente al puesto de pescado fresco.

A los niños les encanta esta canción por ser fácil de recordar y es ya parte del repertorio internacional de habla hispana. ¿Quieres aprender a cantar esta cancioncita infantil? Es muy fácil y a los peques les encantará.

Letra de «Estaba El Señor Don Gato»

Estaba el señor Don Gato
sentadito en su tejado
miarau miau, miau
sentadito en su tejado.

Ha recibido una carta
por si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
por si quiere ser casado.

Con una gatita blanca
sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.

El gato por ir a verla
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.

Se ha roto seis costillas
el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.

Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.

Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.

Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato

Orígenes de la canción «Estaba el Sr. Don Gato»

Esta canción infantil tradicional es muy conocida en casi todos los países hispanoamericanos. Favorita de grandes y chicos, muchos recordarán el texto y el baile que le acompaña, ya que es una manera muy divertida de probar la memoria de los que la interpretan.

 Probablemente su origen se remonta a un romance sefardí, del tiempo en que los judíos españoles expulsados de la Península, se instalaron en el norte de África, aunque los historiadores señalan que muchos de aquellos sefarditas retornaron al Medio Oriente, específicamente a Marruecos muchos años antes de la expulsión de este grupo judío por los Reyes Católicos.

Allí, los judíos sefardíes pudieron reinstalar casi completamente su estructura comunitaria, sobre todo la parte concerniente a la educación y los servicios sociales. Además, afianzar la comunicación entre ellos con esa lengua propia, el haquetía, cuya base principal es el español arcaico mechado con algunos vocablos hebreos y árabes.

Este pequeño grupo, conservó un amplio repertorio de canciones judeo-españolas entre romances y coplas que las mujeres solían cantar a sus hijos.

Estas familias acostumbraban a cantar ya sea para divertir a los niños y entretenerlos en ocasión de algún acontecimiento familiar importante.

Las más elaboradas se entonaban en los festejos de bodas y en los nacimientos, cuando se realiza la circuncisión al varón o se le da nombre a la niña en «las fadas».

También se encuentran las que celebran los «Tefilim», cuando el chico cumple 13 años (el bar mitzva) . Otras estaban dedicadas a consagrar el final del ciclo de vida.


El romance burlesco del señor Don Gato y su futuro matrimonio también llegó a América y según varios historiadores, la población mexicana de Teziutlán en las cercanías de Puebla, comienza así: «Estaba el señor don Gato sentado en su silla de palo…»

¿Quién Escribió «Estaba el Señor Don Gato»?

Esta linda canción que ha acompañado ya a varias generaciones en su infancia se encuentra en el dominio público. Se desconoce el autor intelectual de la letra y la música, pero el historiador musical y folclorista Joaquín Díaz fue el encargado de llevar a los fonogramas en medio de la década de los 70s y logró inmortalizar esta melodía.

Escucha aquí la versión original de Joaquín Díaz.

Así es que ya sabes la interesante historia de una de las clásicas de la música infantil iberoamericana.