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¿Qué es la psicomotricidad infantil?

En los primeros años de vida de un niño, el movimiento y la actividad física son esenciales para que explore el mundo que le rodea, se comunique y exprese, y desarrolle habilidades cognitivas y socioemocionales.

Al gatear, correr, trepar o manipular objetos, el pequeño no solo desarrolla su motricidad gruesa y fina, sino que también estimula áreas cerebrales relacionadas con el aprendizaje, la conducta y las emociones.

La psicomotricidad estudia cómo se producen las interacciones entre el desarrollo motor, cognitivo y afectivo del niño.

Un adecuado desarrollo psicomotor en la primera infancia sentará las bases para un appropriate aprendizaje y comportamiento en etapas posteriores.

Acompáñanos a conocer más este fascinante tema y de cómo puedes ayudar a tus peques a mejorar su psicomotrocidad desde edades muy tempranas.

¿Qué es la psicomotricidad infantil?

La psicomotricidad infantil es una disciplina que integra el conocimiento del propio cuerpo, el movimiento, y el desarrollo emocional y de habilidades sociales en los niños.

A través de ejercicios específicos, esta práctica busca mejorar la coordinación, el equilibrio, la postura, y la lateralidad de los niños.

Además, se enfoca en desarrollar sus emociones, sensaciones, habilidades sociales, y su capacidad de comunicación mediante la participación en actividades y juegos diversos.

Los objetivos de la psicomotricidad infantil son múltiples, incluyendo:

  • Conocer y valorar las capacidades del propio cuerpo.
  • Desarrollar diferentes habilidades motrices.
  • Mejorar la coordinación, equilibrio y postura.
  • Fomentar la atención y la capacidad de concentración.
  • Familiarizarse con diversas actividades físicas.
  • Canalizar la energía de los niños hacia actividades beneficiosas.
  • Aumentar la autoestima de los niños.

Para alcanzar estos objetivos, se utilizan diversos materiales (fáciles de conseguir).

Los niños participan en circuitos variados, realizan ejercicios de calentamiento y estiramiento, hacen amigos y se divierten, lo que contribuye significativamente a mejorar la coordinación y otras habilidades.

Esta actividad es altamente recomendable para todos los padres, ya que no solo contribuye al desarrollo físico de los niños, sino que también mejora sus habilidades sociales y emocionales, a la vez que les proporciona un entorno divertido y enriquecedor.

Juego Infantil para ayudar a desarrollar la Psicomotricidad

El circuito psicomotor

Materiales: aros, cuerda, colchonetas, bancos suecos, globos, pelotas.

Descripción:

  • Coloca en el suelo 4 aros formando un camino
  • Extiende la cuerda en zig-zag entre los aros
  • Sitúa la colchoneta al final del circuito
  • Coloca los bancos de forma paralela con un espacio entre ellos, al final de la colchoneta
  • Infla globos de distintos colores y colócalos entre los bancos
  • Prepara pelotas de diferentes texturas y tamaños

El niño deberá:

  • Pasar por los aros sin pisar la cuerda
  • Gatear por la colchoneta
  • Pasar por debajo de los bancos evitando tocarlos
  • Explotar los globos aplastándolos con distintas partes del cuerpo
  • Lanzar las pelotas a una diana o meterlas en una caja

Con este circuito se trabajan:

  • Coordinación, equilibrio y control corporal
  • Gateo y reptación
  • Agilidad y destreza manual
  • Fuerza y precisión en lanzamientos
  • Estimulación sensorial con texturas
  • Orientación espacial
  • Secuenciación de acciones

Es un ejercicio divertido, estimulante y variado para que el niño ponga en práctica sus habilidades psicomotoras. Fomenta su autonomía, autoconfianza y aprendizaje a través del movimiento y el juego.

Tips para fortalecer la Psicomotricidad en los bebés

Según el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, durante la primera infancia se establecen más de un millón de nuevas conexiones neuronales por segundo. Por lo tanto, los estímulos que reciben los niños en esa etapa son tan importantes: influirán en su desarrollo y rendimiento académico futuro.

Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que cada año más de 200 millones de niños y niñas menores de 5 años no logran alcanzar su máximo desarrollo cognitivo y social.

¿Cómo puedes fortalecer el desarrollo de tu bebé?

Puedes comenzar estimulando las habilidades psicomotoras de tu bebé, es decir, la capacidad de coordinar el pensamiento sobre ese movimiento con la capacidad de llevarlo a cabo, lo que incluye dos facultades: ser capaz de moverse y moverse a voluntad.

Recomendamos las siguientes actividades que impulsarán el desarrollo de tu bebé:

  • Jugar con bloques o cajas: la coordinación ojo-mano es la habilidad para manipular objetos, ya sea ensamblando piezas o apilando bloques o cajas. Esta actividad, que implica poner algo dentro o encima de otra caja, es una excelente forma de iniciar el desarrollo de tu bebé.
  • Ayudar a tu bebé a identificar objetos: mediante tarjetas ilustradas, los niños pueden empezar a identificar su entorno, y también pueden fortalecer su lenguaje.
  • Agrupar elementos con tu bebé: la clasificación comienza con similitudes, así se establecen conexiones, incluyendo pertenencia e inclusión.
  • Identificar colores y formas: el abanico de formas y colores que les muestres a tus hijos es fundamental para el sensible desarrollo que tendrán con el mundo que les rodea. Muéstrales fotografías, tarjetas de colores e ilustradas y explícales cada una de ellas.

Conclusiones

La psicomotricidad juega un papel central en el desarrollo integral de los niños y niñas, especialmente en sus primeros años de vida. A través del movimiento, los infantes no solo ejercitan habilidades físicas, sino que también estimulan capacidades cognitivas, comunicativas y socioemocionales.

Cuando la psicomotricidad se trabaja adecuadamente desde pequeños, se sientan bases sólidas para el futuro aprendizaje y bienestar del menor. Los padres deben ser conscientes de la importancia de brindar actividades psicomotoras variadas, supervisar el hito motores y detectar posibles dificultades.

Con ejercicios sencillos en casa y juegos divertidos, se puede potenciar de forma significativa esta área. Es recomendable buscar orientación profesional cuando se observan retrasos o alteraciones psicomotoras. Con la estimulación temprana apropiada, los niños desarrollarán al máximo su potencial motor, intelectual y humano.

La psicomotricidad es, por tanto, un componente clave que los padres deben conocer y atender para acompañar de forma adecuada el crecimiento de sus hijos. Su correcta evolución marcará en gran medida las posibilidades de aprendizaje y bienestar que tendrán en el futuro.