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Cancioncitas

Paciencia – La oruga impaciente

¿Te gustan los cuentos cortos para niños? esta historia de la oruga que no tenia paciencia y todo lo quería resolver rápido de encantará y te dejará una linda lección:

Cuento Corto: La oruga Impaciente

Érase una vez en un frondoso jardín, una pequeña oruga llamada Lili. Lili era una oruga muy curiosa y vivaz, pero tenía un gran problema: era tremendamente impaciente.

Soñaba con ser una maravillosa mariposa, pero quería que su transformación sucediera de inmediato.

Cada día, Lili miraba a las mariposas volar alto y elegante por el jardín, y suspiraba: “¿Cuándo seré yo una de ellas? Quiero mis alas ahora mismo.”

Un anciano caracol, sabio y experimentado, siempre le decía: “Paciencia, pequeña Lili. Cada cosa tiene su momento. Primero debes crecer y luego vendrá la transformación.”

Pero Lili no quería escuchar. Se pasaba los días comiendo hojas y soñando despierta, sin disfrutar del momento ni apreciar su propia etapa de vida. “¡Quiero ser mariposa ya!”, gritaba al viento.

Una mañana, decidida a acelerar su proceso, Lili comenzó a tejer su capullo. “Si me convierto en capullo ahora, seré mariposa más rápido”, pensó. Pero aún no estaba lista, y su capullo era pequeño y frágil.

Pasaron los días y Lili se dio cuenta de que algo no iba bien. Su capullo no era lo suficientemente fuerte y ella no se sentía preparada. “¿Qué he hecho mal?”, se preguntó con tristeza.

El caracol, que había estado observando, se acercó y le explicó: “Lili, cada etapa de la vida tiene su propósito y su tiempo. No puedes apresurar el proceso natural. Ahora debes tener paciencia y crecer un poco más.”

Lili, finalmente comprendiendo la lección, decidió ser paciente. Se tomó su tiempo para alimentarse, crecer y cuando estuvo lista, tejió un hermoso y fuerte capullo. Esta vez, respetó su propio ritmo.

Cuando finalmente emergió, Lili se había transformado en una hermosa mariposa, con alas brillantes y coloridas. Voló por el jardín, feliz y agradecida por haber aprendido la importancia de la paciencia y el respeto por los ciclos de la vida.

Desde entonces, Lili siempre recordaba su lección y compartía su historia con las nuevas orugas del jardín, enseñándoles a disfrutar cada momento y a esperar con paciencia sus propias transformaciones.

Y así, Lili se convirtió no solo en una mariposa hermosa, sino también en una sabia y respetada guía para las demás criaturas del enorme y bello jardín.

Moraleja de este cuento corto:

Es mejor esperar y ser paciente que apresurarse y perderlo todo de repente.

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