Por Giovanni Aldana
Por lo general, cuando hablamos de películas animadas, inmediatamente nos viene a la mente la fábrica del ratón Mickey. Disney y Pixar son quienes dominan el mercado del cine y la televisión en cuanto a caricaturas se refiere. Y esto se demuestra por la cantidad de familias que se agolpan en el cine con cada uno de sus estrenos. Eso incluye la tuya ¿verdad?
Con pocas excepciones, Disney es quien tiene las películas más taquilleras y acapara casi todos los premios por su innovación y su entretenida manera de contarnos sus historias.
Vive una aventura diferente con “Los hermanos Willoughby” Disponible en NETFLIX
En menor medida, otros estudios como Warner Animation, Blue Sky e Ilumination, también han tenido bastante popularidad con sus películas en los últimos años y nos han entretenido con sus personajes.
Pero de vez en cuando, un estudio independiente logra tener éxito al presentar una película que combina calidad de animación con una historia que nos consigue atrapar desde el primer momento.
Este es el caso de “Los hermanos Willoughby”, película familiar que ya puedes disfrutar en la plataforma Netflix, y que se estrenó hace tan solo unas semanas.
La peli ha generado muy buenas críticas, no sólo entre los críticos sino también entre el público que la ha visto.
La plataforma de la gran N roja nos ha dado algunas sorpresas en los últimos meses en cuanto a pelis animadas se refiere. ¿Te recuerdas de “Klaus”? Sí, la historia del buen Santa Claus de la que todo mundo hablaba a finales del año pasado y que hasta estuvo nominada a varios premios importantes, es producción de un estudio español independiente.
En el caso de “Los hermanos Willoughby” es un estudio canadiense el responsable de la animación, la que garantizamos te dejará asombrado.
Así que ponte cómodo, reúne a la familia, hagan palomitas de maíz y compren una soda porque se van a divertir mucho con las aventuras de cuatro hermanos que deciden “huerfanizarse” sin saber que les esperan muchas aventuras.
Una familia poco convencional
La excéntrica familia de los Willoughby vive en la gran ciudad, rodeada de enormes rascacielos y tráfico si fin. Sin embargo, se las ha arreglado para tener una casita preciosa con jardín, muchas habitaciones y hasta un desván.
Por generaciones, sus miembros han sobresalido por ser aventureros, amorosos, y por… comer todos juntos en familia. De hecho, esto último es uno de sus grandes valores.
Pero los actuales señor y señora Whilloughby están tan enamorados y preocupados por ellos mismos, que han olvidado encargarse de sus hijos.
Ellos son: Tim, un flacucho y tímido niño, que se mantiene al borde del colapso nervioso al intentar mantener a sus hermanos lejos de problemas; Jane, la hija de en medio, a quien le encanta cantar por cualquier cosa, y por último los Barnaby, gemelos que se llaman igual, y que en ocasiones contestan al mismo tiempo, como si estuvieran sincronizados. Sí, son un poco perturbadores pero muy inteligentes.
Tim siente mucho enojo con sus papás pues estos los regañan cuando piden comida o atención. Siente que los tienen abandonados a él y a sus hermanos y quizás esté en lo cierto.
Jane se lo toma mucho mejor pues es una soñadora optimista y los Barnaby, bueno… ellos viven para leer, aprender y hacer experimentos, además de intercambiarse un suéter incesantemente.
Pero un día su situación cambiará de golpe. Una misteriosa caja aparece en la puerta de su casa en medio de una tormenta. Jane decide recogerlo y junto a los Barnaby hacen un descubrimiento asombroso: adentro de la caja, ¡hay un bebé!.
Para el horror de Tim, el bebé es hiperactivo y sumamente travieso, algo que sin duda no le va a agradar a sus papás, así que diseña un plan para deshacerse de él. Con sus hermanos, salen a escondidas de la casa con la misión de hallarle una buena casa.
El destino los lleva a una misteriosa fábrica de dulces, donde vive el comandante Melanoff, dueño y fabricante de las golosinas. Él se encariña con la bebé y decide adoptarla. Mientras tanto, a Tim se le ocurre una idea: si ellos pudieran “huerfanizarse”, podrían librarse de los malos tratos de sus padres.
Con sus hermanos elabora un falso anuncio de una agencia de viajes para que sus papás decidan viajar y los dejen solos. El plan funciona, pero no como esperaban. Y es que sus padres contratan una niñera para que se haga cargo de ellos.
Al principio Tim desconfía de Nana, la niñera, pero Jane y los Barnaby se encariñan al instante. Y es que ella les da cariño y les da de comer mucha avena, su platillo favorito. El niño cree que se trata de una trampa de sus papás y llama a una agencia de servicio social para denunciarla.
Cuando se da cuenta de su error, es demasiado tarde, pues los agentes del gobierno, cuando ve que los niños están huérfanos, decide separar a los hermanos Willoughby para entregarlos a hogares adoptivos.
Es tarea de Tim entonces reunirse con sus hermanos para localizar a sus padres y demostrar que no son huérfanos, de manera que no los separen nunca más.
Extraña película, pero muy divertida
¿Alguna vez haz sentido que tus papás no te entienden? Eso es muy normal, aunque ellos se mantengan ocupados con sus cosas, te apuesto a que viven muy pendientes de ti y de tus hermanos.
La gran lección que nos deja la película es que no existe la familia perfecta. Todas tienen sus malentendidos y peleas, pero al final prevalece la unidad entre ellos.
No digamos entre hermanos. Ellos están para cuidarse y aconsejarse mutuamente y, aunque veces se enojen y peleen con nosotros, podemos estar seguros que siempre estarán allí para apoyarnos.
Apuesto que tus papás entenderán también el mensaje de que no importa qué tan importantes o urgentes sean las cosas que hacen, siempre deberán hacer tiempo para compartir con sus chicos.
La película tiene una animación impresionante. Los estudios Bron, responsables del proyecto, han hecho una magnífica labor al mostrarnos un mundo muy colorido, que nos llena de esperanza usando tonalidades intensas y vibrantes.
Los personajes, si bien son animados por computadora, cuentan con detalles tan meticulosos en las texturas, que pareciera que más bien estamos viendo una obra animada con plasticina. Tienes que ver la animación del estambre con el que teje la señora Willoughby ¡Parece tan real!
¡Casi nos olvidamos de un personaje importante! Se trata del gato que nos cuenta la historia. En algún momento se convierte en un protagonista más y acompaña a nuestros amigos en su aventura más peligrosa, casi al final de la película.
La trama tiene bastantes dosis de humor y momentos emotivos y al final nos deja con una sensación optimista, tan necesaria en estos días de confinamiento.
Aunque la película no cuenta con la participación de famosos en las voces de los personajes, los actores elegidos hacen un trabajo excepcional. Mención aparte merece la música, compuesta por Mark Mothersbaug, un veterano compositor experto en películas de animación.
Por último, ¿te conté que la película está inspirada en un cuento para niños? Sí, fue escrito por la autora Lois Lowry, quien nació en las paradisíacas islas de Hawaii. Eso no le impidió escribir muchos cuentos para niños llenos de aventura y fantasía y “Los hermanos Willoughby” es uno de los más populares.
Si te gusta la película, ¿por qué detenerse ahí? Pídele a tus papás a que te consigan el libro para descubrir algunas aventuras que viven los hermanos “huerfanizados” y que no se incluyeron en la cinta.
Al fin y al cabo, por estos días tenemos tiempo de sobra para vivir más de alguna aventura, ya sea en la tele o en un libro. Quien quita, quizás encuentres otras historias que te interesen y consigues fomentar el hábito de la lectura.