Ludwig van Beethoven nació en Bonn, Alemania en diciembre de 1770. Su padre, que fue cantante, fue su primer maestro y guía en la música y luego aprendió composición musical del organista oficial en la corte de un noble.
Con solo siete años, el pequeño Ludwig ya era capaz de dar recitales de piano que dejaban asombrados a todos. A los 10 años dejó la escuela definitivamente para dedicarse enteramente a la música.
Beethoven se convirtió en organista asistente a los 11 años y publicó su primera composición musical poco después. Después de un tiempo, a pesar de que todavía era un niño, Ludwig se convirtió en un artista musical prodigio.
Gracias a sus dones musicales fue contratado para actuar y como era sensación por su gran versatilidad al piano y su forma de componer canciones, se convirtió en el sustento económico de la familia.
El compositor Ludwig van Beethoven creó de las piezas musicales más influyentes de la historia. Transformó muchas formas tradicionales de la música clásica occidental y las «mejoró» a su manera.
Por ejemplo, estableció nuevos estándares para la sinfonía, creando piezas más largas que expresaban ideas importantes y sentimientos profundos en lugar de servir simplemente como entretenimiento. Sus obras incluyen nueve sinfonías, una ópera y muchas piezas para grupos pequeños y para piano y otros instrumentos solistas.
En 1787, Beethoven viajó a Viena con la esperanza de estudiar con el gran compositor Wolfgang Amadeus Mozart. Sin embargo, tuvo que regresar a casa de inmediato porque su madre estaba muy enferma. Cinco años más tarde, Beethoven se estableció en Viena de forma permanente.
Para entonces Mozart había muerto, pero Beethoven pudo estudiar con Joseph Haydn y otros compositores famosos.
Creciente Fama y Sordera
Beethoven se hizo conocido como un pianista altamente calificado. Muchos de los residentes adinerados de Viena disfrutaron de su música y le dieron dinero para vivir. En 1800 interpretó algunas de sus obras en un gran concierto público en Viena. Este evento le ayudó a ser ampliamente famoso.
A finales de la década de 1790, Beethoven comenzó a perder el oído. Durante algún tiempo continuó componiendo e interpretando como antes. Pero en 1819 Beethoven se había vuelto totalmente sordo.
A partir de entonces ya no actuó mucho en público, gastando la mayor parte de su energía componiendo música, aunque nunca las escuchó, increíblemente, fueron de sus mejores piezas musicales.
En sus últimos años, Beethoven creó piezas más largas y complicadas. En 1824 dirigió la primera interpretación de su Novena Sinfonía con gran éxito a pesar de no poder escuchar la música.
A sus veinte años, Beethoven se mudó a Viena, donde pasó el resto de su vida. Beethoven fue uno de los primeros compositores en ganarse la vida sin ser empleado por la iglesia o un miembro de la nobleza. Al principio, era conocido como un pianista brillante.
Pero cuando tenía alrededor de 30 años, Beethoven empezó a quedarse sordo. A pesar de que ya no podía oír lo suficientemente bien como para tocar el piano, Beethoven compuso parte de su mejor música después de ser sordo.
Beethoven murió en Viena el 26 de marzo de 1827. Las obras maestras que creó continúan representándose casi dos siglos después de su muerte.
Beethoven es considerado uno de los más grandes genios musicales que ha existido. Puede que sea más famoso por sus nueve sinfonías, pero también escribió muchos otros tipos de música: música de cámara y coral, música de piano y cuartetos de cuerda, y una ópera.
Obras importantes de Beethoven
Beethoven está considerado uno de los mejores compositores de la historia. Entre sus obras más importantes encontramos la famosísima “Quinta Sinfonía”, “Para Elisa”, “Claro de Luna” o la inmortal “Novena Sinfonía”.
En total compuso nueve sinfonías, 32 sonatas, dos misas y una ópera.